Estamos en la era donde hay un súper héroe para todo. A mí en lo personal me encantan. Las películas nuevas de súper héroes me remontan a esa época de mi vida en la que me sentía invencible y sentía que podía con todo. No es que ahora piense que no puedo, es que ahora soy más realista con las metas y también he aprendido a decir NO en muchos aspectos. Me doy permiso para reconocer que tengo unos límites.
Sin embargo, hay un nuevo tipo de súper héroe que está aflorando en este momento en el que vivimos. Es casi como una plaga. ??♀️Los ves en todas partes, los escuchas en la radio, trabajas con par de ellos y hasta probablemente tienes “la fortuna” de vivir con uno de ellos. Sí! Probablemente vives con “Súper Positivo” o “Súper Positiva”. Y antes de que empiecen a protestar y a botar veneno por esos dedos escribiéndome en los comments (?los conozco), déjenme aclarar que ser positivo no es malo. Realmente hay que ser positivo. Lo malo es cuando se exagera la nota. Esos me encebollan el hígado con su positivismo. Ese que aunque le pase un carro por encima literalmente con el baño de sangre, grita “Ay que rico!!” porque no se puede ser negativo. En serio?
El Súper Positivo vive en la ilusión de que la actitud en la vida lo es todo. Es ese que estornuda “brillo” al lado tuyo. Ese que no te puede ver llorando porque rápido viene a decirte “no llores”, “hay que sonreír”’. Y vamos, la actitud juega un papel importante, pero ciertamente con la actitud solamente no llegamos muy lejos. El truco esta en combinar esa actitud, con aceptación y el hacer. Y ahí es donde muchos nos colgamos. En esperar a que todo caiga del cielo con el estar positivos.
Lo otro que pasa con el “Súper Positivo” es que jamás puedes quejarte frente a él, jamás puedes llorar, jamás puedes admitir que estás pasando por un proceso difícil. Porque si lo haces estas llamando lo negativo. Mereeee, si uno esta jodío eso no es llamar lo negativo; esa es la realidad y punto. Claro que hemos hablado miles de veces en artículos anteriores de que usted no se puede estacionar en la auto-lástima, en la quejadera y el amargue. En eso tenemos que estar claros. En algún momento tenemos que salir de ahí y más vale que sea rápido.
No obstante, hay que darse permiso para sentir rabia, frustración y dolor. De lo contrario, usted jamás se va a mover y sanar con conciencia. No hay peor cosa que usted este en pleno ataque de llanto por algo horrible que le haya pasado y que venga “Súper Positivo” y se le pare al lado y le diga: “pero no puedes coger las cosas así”, “tienes que verle el lado positivo” “con esa actitud no llegas a nada”, “eso no es nada”. Sabe qué? Si alguien le mete una galleta en ese momento usted se la merece y si yo estoy le doy dos para que aprenda! Ese no es el momento. Es el momento de gritar, patalear y de sacar lo malo pa’ fuera! De ser humano y vulnerable. Y el suyo de mantenerse calladito.
El problema del Súper Positivo es que vive convencido de que hay que ser positivo a toda costa. Y en ocasiones ellos mismos lo que hacen es negar su propia realidad. Adormecen y anestesian su realidad. No se dan el momento y espacio para sentir y para identificar las emociones que viven. Entonces eso mismo lo tratan de enseñar a otros. De momento usted anda por la calle y se encuentra mil motivadores, doscientos coaches, diez mil mentores y usted dice: marrallo parta si lo que quiero es que me dejen vivir! Y póngale freno al pensamiento y a escribir en los comments que los motivadores, mentores y coaches tenemos que vivir y tenemos nuestro momento, pero sabemos cuándo sí y cuando no.
Las emociones llamadas “negativas” hay que vivirlas. Son necesarias para el crecimiento humano. No podemos andar por la vida dándole “rename” a los problemas y situaciones. Ahora resulta que a fulana no la dejaron, sino que su esposo entendió que tenía que emprender otros horizontes y ella merecía amar en libertad. Ahora no despiden a la gente de los trabajos, ahora le dan la oportunidad de reinventarse. Ahora la gente no incumple con sus tareas en el trabajo, sino que se identifican áreas de oportunidad. Si usted tiene un diagnóstico de cáncer hay que ser fuerte y no llorar. No se puede tener coraje ni un chispo de frustración. Ese es el espíritu que da vida a los “Súper Positivos”. Vamos mi gente! Eso es falso positivismo. El positivismo de cracker Jack. Ese positivismo que hace el mismo o peor daño que la negatividad. Ese positivismo comercial, que vemos en las redes, en los anuncios, en los gobernantes, etc. Ese que no nos hace aceptar la realidad para bregar con ella, para crecer y para movernos. Es un positivismo que le pone un parcho al dolor y usted sigue con el hueco ahí. Más tarde, en el momento menos apropiado, eso le explota y lleva a muchos a cometer las locuras más grandes. Ese positivismo es el que cobra vidas. Ese que luego desemboca en la culpa y los auto-reproches. Ese positivismo te crea falsas expectativas y te derrumbas cuando las cosas no salen como esperabas. El cantazo es mayor y en ocasiones nefasto.
Es interesante como los medios de comunicación también nos llevan a este falso y comercializado positivismo. Mercadeando los grandes viajes, seminarios, etc donde las vidas de las personas se transforman milagrosamente en 48 horas. Usted sabe bien que nada en la vida surge de momento. Que un fin de semana en Disney no le cambia los problemas que dejó en su casa.
Que le da un break al canal? Si! Pero cuando regrese tiene que bregar con la mogolla que dejó. Igual pasa con todo lo demás.
El positivismo bueno y real es el que le hace aceptar su realidad, el que aceptando y enfrentando esa experiencia desastrosa lo catapulta a superarse por medio del trabajo duro interior. Ese mi querido sol brillante, es el que usted debe cultivar. A los “Súper Positivos” hay que darle amor que ellos caerán en tiempo voluntariamente o involuntariamente. Y si usted es un “Súper Positivo” bregue con lo que le toca y sepa que sentir, ser auténtico y vulnerable es el “new sexy!” ?
Los quiero solecitos ☀️de primavera,Misma