La Navidad es un Regalo Personal

Hace unas semanas tuve una conversación interesante con una amiga y quiero compartir algo de eso en caso que ustedes estén pasando por lo mismo o conozcan a alguien que esté pasando por lo mismo. Ella me decía que ella vivía sola y que el 2020 había sido un año bien difícil y que por eso no iba a poner el árbol. Le pregunté que si en términos generales era que no le gustaba la navidad. Me dijo que no, pero que para ella la navidad era familia. Las reuniones en familia, las fiestas, la alegría. Y pues como ella vive sola y nadie va a ir a visitarla que entendía que decorar la casa era una pérdida de tiempo. Le pregunté si le gustaban las decoraciones de navidad y la música, me contestò que sí.

Le conté de mi experiencia cuando me mudé sola por primera vez hace más de 20 años. Era la primera navidad en mi apartamento y ciertamente no esperaba que nadie me visitara. Sin embargo, era la primera vez que yo podía escoger solita lo que quería para decorar y nadie lo iba a ver. Solo yo. Y decoré mi árbol con todo lo que quería y con el presupuesto que me permitía mi realidad de esa época. Y todas las noches lo encendía y lo miraba yo sola. Ponía canciones de navidad y hasta aprendí a hacer “coquito”. Y comencé a redefinir mi idea de celebrar la Navidad. Mi idea de las grandes celebraciones. Iba a algunas reuniones, pero en mi casa era Navidad también.

Si bien es cierto que desde el punto de vista de los que somos cristianos celebramos la llegada de nuestro Salvador y eso debe ser suficiente, no es menos cierto que por años hemos optado por acostumbrarnos a las reuniones y fiestas. Y la realidad de la que muchos no hablan es que no a todos les encantan las reuniones familiares y estar con la familia que nunca ven. Hay situaciones incómodas para algunos y los famosos “grupitos” que se forman en ocasiones, donde no necesariamente todos comparten. Y si usted tiene una familia libre de eso, pues usted es afortunado y dé gracias, porque no todas las familias son así, lo que pasa es que no todos hablan de eso.

De otro lado, he escuchado bastante la frase de “es que a mí no me gusta la navidad”. Y cuando me pongo a hablar con la persona, resulta que no es que no le guste la navidad, lo que no le gustan es por ejemplo: las memorias que tiene de la navidad. Las experiencias que marcaron esa época, como es en muchos casos la muerte de un familiar o persona significativa en esa época hacen que algunos quieran tacharlas del calendario. O simplemente no les gusta la comercialización que hay detrás de todo eso. Pero no es que no les guste la navidad. Volvemos, las definiciones que le hemos dado a las cosas y a las celebraciones.

Así es que la Navidad no tiene nada que ver con las reuniones familiares o con que hayan personas que visiten. Tampoco tiene que ver con los regalos que damos o recibimos. Y menos con la decoraciòn de la casa. La Navidad tiene que ver con lo que es tu definición y con lo que a ti te da alegría. La Navidad es un regalo personal que Dios nos hace a cada uno. La definición trillada de que “es para compartir y pasarla en familia” no necesariamente es universal. El Salvador del Mundo vino para todos: para los que estaban solos también, para los que estaban en las cárceles, hospitales, acilos, para los maltratados, para los marginados, para los huérfanos, para los viudos, etc. Vino para todos.

No te estoy invitando a que decores tu casa como si fuera el Bosque Mágico, pero si te gustan las decoraciones, no te cohibas porque vives solo(a). Pregúntate lo que significa para ti y dónde talvez puedes ajustar esa definición de Navidad que hasta este momento existía. Después de un año tan duro, es hora de hacer algo que te traiga alegría a ti. Yo escojo montar mi árbol, encenderlo todas las noches y aunque mi familia sea pequeña, escojo mirarlo y recibir con agradecimiento lo que Dios tenga reservado para mi.

Ojalá y tú puedas crear tu propia definición y celebrar lo poco o lo mucho que Dios ha brindado a tu vida. Sobretodo, el privilegio de estar vivo. Eso es conectar.

Un abrazo☀️,

Misma