El Tiempo, Tu Mejor Aliado

Hace muchísimo que no les escribo por aquí. Demasiado. ¡Quién iba a decirlo! Siempre estoy en contacto por las redes, el podcast y los talleres. Pero el blog es mi primer amor, así es que aquí estoy.  Y quiero que hoy hablemos del tiempo y de cómo podemos hacer de este el mejor aliado posible. Hay personas que dicen que el tiempo es oro y realmente lo es. Es algo que aún nos podemos dar el lujo de tener porque cuando se acaba el tiempo ya dejamos de existir en este plano y ya no hay nada que se pueda hacer. Por eso es importante ver dónde o en qué estamos invirtiendo o malgastando el tiempo, mas ahora cuando ya estamos terminando un año.

Tu tiempo es preciado. Si trabajas convencionalmente pasas la gran mayoría de tu día en tu lugar de trabajo y haciendo tareas para cumplir con lo que requiere el mismo. Sin embargo, contantemente me encuentro con amistades que me dicen que sus 8 horas de trabajo no le dan cada día para terminar sus tareas y que constantemente se encuentran trabajando “over-time” o los que son exentos trabajando horas que no le pagan adicionalmente. Es cierto que todos tenemos periodos de trabajo en los que estamos así. Yo también los tengo, cuando hay que sacar proyectos importantes. Pero no es algo de todos los días. Ahora bien, no es saludable ni para ti ni para tu patrono y si trabajas por hora, por ejemplo, tu te tengas que quedar todos los días horas extra.  Su bolsillo sufre y tu planificación también. Cuando escucho que todo el tiempo es así solo tengo par de pensamientos que me pasan por la mente:

  1. No hay un listado de prioridades laborales establecidos por el jefe o por el empleado o por ambos. No todo es prioridad. No todo es urgente. Pareciera, pero si lo miras fríamente no lo es. Solo aquello que detiene algo y que impide que lo demás pueda fluir o ser completado es lo primero. 
  2. Estas perdiendo tiempo o dándole mil vueltas a las cosas para hacerlas. Esto suena cruel. En más, suena como una patada en el buche, pero es verdad. Yo lo he vivido. En ocasiones doy mil vueltas para hacer una tarea simplemente porque “no quiero hacerla”. Siéntate u produce. Saca eso de tu plato para que puedas dar paso a algo mejor.
  3. Pierdes tiempo en socializar. En hablar con los compañeros. Hay gente que se le pasea el alma por el cuerpo y ellos mismos no se dan cuenta. Si eres exento (no te pagan extra por quedarte) deja de “gueviar” y haz lo que tengas que hacer para que cuando sean las 5pm (por ejemplo) puedas hacer cosas que quieres hacer con tu vida.
  4. Necesitan más personal en la oficina. Y hay sitios en los que el jefe o sueno de la empresa no se ha puesto a evaluar y a hacer un análisis de cuanto volumen de trabajo hay para cada persona. Si todos están “arrollaos’ y todos están produciendo demasiado y todos salen de madrugada, todos los días; hay que sentarse a hablar porque esta relación no está funcionando.

Estos son solo algunas de las cosas que me pasan por la mente relacionadas al tiempo en los trabajos. En todas, el factor común es el mismo: prioridades. Tuyas o del patrono para el que trabajas. Lo cierto es que tu tiempo es valioso y no regresa. Inviértelo y no lo malgastes.

Aquí también te dejo unos tips para organizarte y exprimir los minutos:

  1. Planifica tu semana. Sé que es difícil a veces, pero mientras más organizado estés mejor vas a poder trabajar con cualquier imprevisto. Saca un tiempo los domingos para mirar tu agenda y ver esos espacios que tienes disponibles. Agenda todo en tu celular o en una agenda física. Ambas son válidas.
  • En el trabajo separa horas para tareas que son recurrentes. Hay cosas que siempre debemos hacer todos los días o ciertas veces en la semana. Calendariza esas actividades que son cíclicas para que sepas cual es el tiempo real con el que cuentas cada día para otras cosas. 
  • Agenda el tiempo que tienes para reuniones. Si alguien te pide una reunión ponla en tu agenda. No todos los trabajaos son tan formales con los espacios, pero puedo asegurarte que el ponerle fecha y hora a las reuniones así sean breves te ayuda a cumplir con eso y a la otra persona también, 
  • En la vida personal mide el tiempo que tomas para preparar a los niños y dejarlos listos para sus actividades. Anota las actividades y fechas importante en tu agenda y ponte recordatorios.
  • Si estas más apretado en todo el tiempo mide también el tiempo que pasas en las redes sociales, viendo TV, etc. No es que no lo hagas. Es en ocasiones necesario. Pero mide el tiempo porque en ocasiones has pasado más tiempo del que puedes y luego lo vas a lamentar.

2. Planifica tus compras. Si eres de las personas que tiene que ir todas las semanas al supermercado, asigna un día y tiempo para eso. No esperes a que se terminen las cosas para salir. Lleva una lista de compra. Cuando llevamos una lista compramos menos cosas que no son alimenticias, gastamos menos y avanzamos. Digo, yo llevo la lista, pero admito que ir a hacer compra me distrae así es que hago terapia cuando miro las cosas en las góndolas y ejercicio de vez. Lo mismo si tienes una actividad y sabes que necesitas comprar ropa o zapatos. Agenda ese tiempo para que estés ready ese día. No hay peor cosa que llegar sudao’ a una actividad por andar corriendo a buscar ropa.

3. Saca tiempo para ti. En esa atareada agenda saca al menos 30 minutos al día para ti. Para conectarte contigo, con tus metas, con tus sentimientos, con tus alegrías y penas también. Una de las cosas que más escucho a menudo de personas que son altamente organizadas y productivas con sus agendas es que nunca tienen tiempo para ellos. Siempre se dejan para ultimo. Ahí es donde viene la falla más grande. Tú debes ser con lo que comienza tu agenda y con lo que termina. Nada ni nadie es más importante. Si tu salud física, mental y emocional no están bien, no vas a poder completar nada de lo que escribiste en esas páginas. ¡Tu primero! No es egoísmo, es amor propio.

4.Sé fiel a tus planes. Si tomaste el tiempo para agendar cosas y planificarte, sé fiel a lo que planificaste. Hazme un favor, no escribas en una agenda para cambiarla cada día. Eso es como no hacer nada. Además, que estas gastando tiempo en escribir en el vacío. ¡Deja de procrastinar! Cierto, que hay imprevistos. Por eso agendamos cosas para saber lo que tenemos y también hacer ajustes. Pero los imprevistos no pueden ser 24/7. Fluye, pero organízate también.

5 Divide tus proyectos grandes. ¡Sí! A veces tenemos proyectos que sabemos que nos van a tomar tiempo y que requieren de nosotros. Y nos abrumamos mirándolo todo de cantazo. Si algo he aprendido en los 20 años de carrera profesional que tengo es que: los proyectos se componen de pequeñas tareas o pasos. Divide esos proyectos enormes que parecen interminables (y que en ocasiones te dan miedo) en tareas pequeñas que puedas ir completando poco a poco y en orden. De esa forma no sientes que todo te abruma. Si vas a organiza r la casa, comienza por áreas. Porque a veces para recoger hacemos más reguero y cuando lo miramos queremos pegarle fuego a las cosas que regamos. Y allí se queda todo. Si tu proyecto tiene que ver con la realización de uno de tus sueños dividirlo en etapas o pasos va a hacer que puedas cumplirlo de una forma más llevadera. Todos los días haz algo que te lleve a eso. Lee un libro que te prepare, escucha un podcast o audiolibro que te prepare y te de conocimiento para llegar a él, etc.  

Hay muchas cosas más que podríamos hablar, pero la más importante:  NO dejes que el tiempo te juegue en contra. Hacer de tu tiempo tu mejor aliado es conectar.

Un abrazo,

Misma