El “Show” No Tiene Que Continuar

Se dice mucho y se repite la frase “the show must go on”. Una frase que proviene del mundo del espectáculo para indicar que en situaciones de imprevistos en medio de un evento, no nos podemos detener y hay que improvisar o ser creativos como sea porque hay un público que espera por nosotros.

Si bien esto es cierto, realmente es una pena. Me explico un poco más por donde vengo: ayer vi un video de Alejandro Fernández muerto en llanto en un concierto mientras su padre estaba agonizando en el hospital sin darse el espacio para estar con su familia y llorar la pena de ese momento porque había un público que esperaba por él. De hecho, mencionó que la enseñanza más grande que le había dejado su padre era que el show tenía que continuar. En verdad me dolió. Por un lado admiro su sentido de responsabilidad y también el permiso que se dio de ser vulnerable y dejarse arrullar por la voz de su público que coreaba la letra de la canción mientras el lloraba. Por el otro, me parte el alma el que haya puesto todo esto por encima de su salud emocional y mental. Ojalá y los padres que vieron el video enseñen a sus hijos el sentido de responsabilidad que debe haber cuando otros esperan y pagan, pero también que ese sentido no debe ir por encima del respeto a sí mismo y a sus emociones. Ese hombre partía el alma allí.

Pero sigamos con la frase, que ha sido súper acuñada también para evitar expresar vulnerabilidad ante los momentos duros. Incluso, se está utilizando como una expresión de empoderamiento o motivación cuando la realidad es que nos impulsa a no sentir las emociones. A evadir el expresar lo que sentimos. Donde nos negamos y se nos niega el derecho a tomarnos un break hasta de nosotros mismos. De momento, somos máquinas y no se puede parar para trabajar las emociones.

Hoy desde una situación difícil que estoy viviendo (que pronto podré contarles) te digo: el espectáculo no tiene que continuar. La vida merece una pausa para ser vivida y experimentada. El dolor hay que sentirlo, vivirlo y expresarlo. Hay cosas que no están en nuestro control que nos duelen y quedarnos con ellas como si nada hubiera pasado es adormecer el espíritu. Si no puedes hacer esa pausa y darte el tiempo y espacio para eso, no estás viviendo. Te estás aniquilando emocionalmente.

¡Cuántos reproches, sentimientos de culpa, duelos sin resolver o rabia se hubieran evitado si hubiéramos parado en el momento necesario!Piénsalo. La vida continúa cuando estemos listos y podamos gestionar nuestras emociones. No se trata de morirnos en vida y dejarlo todo, pero la vida no es una carrera de obstáculos. Respeta la pausa y el camino. El tuyo y el de otros. Acompaña a los demás en el proceso.

Saber que el Show no tiene que continuar es conectar.

Los quiero,
Misma?