Esta mañana hablaba con alguien sobre lo literal que en ocasiones nos tomamos la frase popular: “una verdadera amistad es la que no importa cuánto tiempo dos personas no se hablan o se vean, cuando lo hacen todo es como si nada hubiera cambiado”. Vamos con pinzas y sin agitarnos.
Eso en su sentido literal no es cierto. Ni con la amistad ni con ningún tipo de relación. Decir eso es pensar que usted no crece ni evoluciona jamás en su vida y eso no es correcto. Ni saludable. Tal vez a lo que se refiere es a que esa conexión que siempre hubo, permanece. Y en eso, hay ocasiones que es cierto. La conexión permanece. Pero nunca podemos tomarlo en el sentido literal. Vamos por la vida pensando en que las cosas no hay que trabajarlas y que el otro va a estar ahí esperando por uno. Hello! NOOO!
Toda relación evoluciona y crece con el tiempo según las personas van viviendo y creciendo en el aspecto personal. Lo normal es que todo madure, crezca, evolucione y se solidifique. Las relaciones se trabajan y se cultivan. Jamás usted puede desaparecer de la vida de alguien, por más razones que haya y volver a aparecer repentinamente y entender que el otro o usted está donde mismo lo dejaron hace 10 años atrás. Eso en ninguna relación es así. Ni en los amores “eternos”. Personalmente, me da risa aquel que me conoció en “high school” que ve mi vida en las redes y me dice “esto es lo que te está pasando, porque yo te conozco”. ¿En serio loco que piensas que sigo siendo la misma persona que andaba con la “ola en el pelo” hace mil años? Déjame decirte que ni mis hormonas son las mismas! (chiste interno después de una histerectomía radical). Te invito a que me conozcas hoy y te des la oportunidad de ver cuánto he crecido y nos volvamos a conocer.
De igual forma, si reconoces que alguien vale la pena en tu vida y ha ocurrido esa distancia, analiza y acepta tu responsabilidad en esa distancia o en esa separación. En ocasiones nos encontramos con el caso de la persona que te dice “Me alejé porque tú cambiaste”. Probablemente es cierto. Todos cambiamos y eso no necesariamente está mal. Igual, en ocasiones hay que analizar la participación que tuvimos para que esa persona cambiara con nosotros. Y lo digo por experiencia propia: en ocasiones yo he “cagado” mis lazos con otros por “x o y” razón y no me he dado cuenta. Bien sea porque ando pendiente a otras cosas, porque establezco otras prioridades, porque los problemas me envuelven y la rutina, porque me he mudado, etc. Cuando lo analizo digo “Rayos! Estoy del carajo!”. Entonces es momento de evaluar esos aspectos antes de estar andando por la vida estableciendo culpas y pensando en que el otro siempre está mal. Nada volverá a ser como antes o como ayer. Igual, hay cosas que se pueden reparar y reconstruir si ambos están dispuestos a trabajarlas.
Pasa con todas las relaciones y es algo a lo que tenemos que estar atentos. Nada es perpetuo. La vida se mueve y todo cambia y con ella, inevitablemente nosotros. Desarrollar tus relaciones con los demás, aceptar nuestra responsabilidad en ellas; es conectar.
Un mega abrazote,
Misma