Cuantas veces queremos ser quienes no somos. Cuantas veces queremos ser como x o y para lograr aceptación de otros, objetivos y hasta amor. Cuantas veces intentamos esconder eso que nos hace distintos a los demás por miedo a ser rechazados o heridos. Cuantas veces disfrazamos lo que somos y cuando llegamos a nuestro hogar estamos súper cansados como si hubiéramos corrido un maratón, porque hemos estado todo el día manteniendo un papel dentro de la película de la vida.
Y sabes qué? Eso que es lo que te distingue de los demás, eso que es único en ti; es lo que hace que brilles genuinamente ante quien tienes que brillar. El brillo de tu verdadera luz probablemente solo le toque verlo a algunos. A aquellos que pueden ver más allá. A aquellos que pueden ver con los ojos del alma. Pero es tan maravilloso el espectáculo de ver ese brillo en alguien. Piensa que si disfrazas tu propia luz nadie podrá ver la grandeza que hay en ti. Como decía ayer, la “belleza” (o la “felicidad aumentada”[esto es otro temita]) solo dura 10 minutos, después, debes tener algo más que ofrecer.
Hoy, abraza tu naturaleza. Abrázate con fuerza y déjate ver. Talvez la vida te sorprenda y te abracen pa’ trás. Eso es conectar!
Los quiero mis amores,
Misma