Que se me arrugue la piel, pero nunca el alma…

Las arrugas

La piel se te arruga por las amanecidas en el buen compartir.

“No te preocupes porque se te arrugue la piel. Preocúpate cuando se te arrugue el alma.” Misma

La piel se te arruga por los días vividos. Por los años vividos y bien empleados. Por el sol en nuestras playas. Por los inviernos en otros países que te hacen “arresmillarte”, pero sabes que estás donde quieres estar. Por las veces en las que te reíste hasta que te doliera la barriga.

La piel se te arruga por las amanecidas en el buen compartir. En el velo del sueño de alguien a quien amas. En las buenas noches de hacer el amor y pasiones desenfrenadas. En el mal dormir de los aeropuertos de los viajes espectaculares que hiciste. En el luchar por un ideal. En el desvelo del trabajo duro por cumplir tus sueños y lograr esa meta que todos te dicen que no puedes cumplir.

El alma se te arruga cuando no vives. Cuando no estás con quien amas. Cuando día a día te niegas la oportunidad de ser feliz. Cuando quieres años y días en lugar de minutos y segundos. Cuando esperas migajas de la vida, aunque tienes un mar de oportunidades frente a ti. Cuando pospones tu felicidad porque piensas que siempre hay algo más importante. Cuando el día de mañana o el de ayer es más importante que el hoy. Cuando dejas a un lado tus intereses, porque los de los demás son más importantes. Cuando aceptas que te devalúen como a una pieza de chatarra por alguien que no te valora ni te presta la atención que necesitas. Cuando dejas de amarte a ti mismo y de respetar tu cuerpo. Cuando ves a tus amigos partir a lejanas tierras y tú te quedas porque ahora no es un buen momento (y al parecer nunca lo es). Cuando te sientes incómodo con lo que vives, pero esa incomodidad no te mueve, sino que terminas acostumbrándote a vivir así.

El alma inevitablemente se te arruga, cuando esperas ese momento perfecto para emprender que nunca llega, porque no te diste cuenta que el momento perfecto se llama AHORA y no DESPUÉS. Cuando te quedas en esa relación que no sirve pero que igual no tienes el coraje de romper porque piensas en los hijos, en el que dirán en que ya estás vieja(o). Cuando aguantas golpes, insultos y malos tratos de quien te ha vendido la idea de que es por tu bien. Cuando le haces coro a lo negativo sin ver las bendiciones que tienes a tu alrededor. Cuando no te detienes a contemplar el atardecer porque tienes prisa. Cuando la casa se queda en silencio porque ya todos están dormidos y tú te preguntas ¿qué fue lo que hiciste con tu vida?, pero no tomas acción. Cuando el miedo a hacer cosas diferentes te paraliza en lugar de impulsarte.

HOY, sin que me quede nada por dentro, quiero vivir orgullosa de las arrugas de mi piel (aún no son muchas, no se esmanden). A exhibir cada una como si fueran medallas y condecoraciones de guerra (porque realmente lo son), de esta guerra que vivimos entre ser nosotros mismos o lo que los demás esperan. Me niego a ser la chica que parecía de 20, pero con un corazón hecho como una pasa. ¿Y qué más da?  si para las arrugas del cuerpo existen cremas, cirugías, Botox y mierdas. ¿Y para las del alma? NADA. Absolutamente nada.

Y mi deseo para ti en este momento es: que se te arrugue la piel por lo vivido, por lo gozado, por ser feliz. Pero que no se te arrugue nunca el alma por no intentar y vivir. Vive Carajo! Vive!

Un abrazo rompe costillas,

Misma

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HOY, sin que me quede nada por dentro, quiero vivir orgullosa de las arrugas de mi piel…