Tus amigos son la tribu con la que decides conectar.
Hay una popular frase que dice: “Los amigos son la familia que se escoge”. Ciertamente lo son, ya que muchos son más queridos que un hermano. Pero yo lo veo más como “los amigos son la tribu con la que decides conectar”.
La tribu es la unidad más primitiva de una sociedad. Históricamente las tribus estaban formadas por individuos que vivían en la misma zona y que compartían una serie de valores, costumbres, tradiciones y metas comunes. Eran fundadores de pueblos y naciones. Uno no escogía la tribu. Tu ¨clan¨ o familia era parte de una tribu y tú nacías y te criabas en esa unidad social. La tribu no se cuestionaba. La tribu era y punto. La tribu le daba sentido de cohesión a las personas; sentido de pertenencia. El separarte de ella implicaba traición. Si intentabas salirte eras desterrado, marcado y básicamente perseguido.
Ya en nuestros tiempos existen muy pocas tribus estrictamente en este sentido de organización social ya que hemos ido evolucionando hacia otras estructuras. Aunque aún encontramos tribus indígenas que han logrado sobrevivir contra viento y marea.
Recuerdo que cuando era pequeña, mi abuela y mi mamå, tenían esta “comunidad” de vecinas, comadres y amigas a las que por alguna razón uno terminaba llamado tías y todas compartían metas comunes, roles y principios. Era una comunidad de apoyo donde se compartían: penas, tristezas, alegrías, logros, comida, celebraciones, tareas, la crianza de los hijos… Una especie de alianza, complicidad y hermandad que iba de las cosas más sencillas hasta las más complejas. Eran vecinas, algunas trabajaban juntas, otras llegaban “referidas” por las demás. Pero lo cierto es que, ahora cuando lo miro, eran una tribu. Una tribu fuerte, que era capaz de soportar todo unidas y en solidaridad. La lealtad a la tribu era lo más preciado. Ya un poco mayores mi abuela y su tribu, se hacían llamar “las muchachas”.
Hoy, analizando todos estos conceptos, me atrevo a decir sin reparo que el concepto de la tribu sigue estando presente en nuestras vidas. Nuestros amigos son la tribu con la que escogemos conectar. Son personas que comparten nuestros valores, creencias, metas y que aportan a nuestro crecimiento. Algunos viven cerca, otros más lejos y gracias a la tecnología los sentimos como si estuvieran a nuestro lado. Tú los escoges. Llegan a ti de maneras inesperadas y espontáneas. Pero tú decides si los dejas entrar en tu mundo. También decides si los dejas quedarse. De igual forma, ellos deciden si permanecen o no. Y si hay madurez, entenderás que el que en algún momento se separen de ti o decidan tomar distintos rumbos, no significa una traición; sino crecimiento y necesidad de seguir creando vínculos. Se trata de libertad. De crecimiento y de elección.
Estas amistades pueden traernos paz, satisfacer los vacíos emotivos de nuestras relaciones románticas y ayudarnos a recordar lo que tenemos en lo más hondo de nosotras mismas”. Nora de Hoyos Comstock, fundadora y directora ejecutiva de las Comadres.
Hoy, no le llamas tribu. Hoy el nombre es distinto, pero el concepto sigue siendo el mismo. Tu verdadera tribu son: tus panas, tus comadres, tus compadres, tus lolas, tus mingas, tus compañeros de “hangueo”, tu grupito, las muchachas, los muchachos, tu manada… Son los que están en las buenas y en las malas. Los que se alegran de tus triunfos. Los que lloran contigo cuando las cosas no están bien. Los que te corrigen y te hacen crecer. Los que te quieren para bien. Los que “estiran el peso” contigo. Los que te aceptan sin condiciones y te aman porque “esa es la que hay”. Los que te empujan a ser una mejor persona.
Pertenecer a una tribu, no es algo mágico. Se sufre también. Hay que ganarse el lugar. Pero a la larga sabes que sin ellos la vida no sería vida. Y no tienen que ser personas que han estado toda una vida. A veces tenemos tribus que son por épocas o temporadas de nuestras vidas. Que fluyen, según se mueve nuestra vida.
Esta semana, te invito a que pienses en tu tribu. A que busques quienes son y que si llevas tiempo que no se ven o hablan, te acerques, conectes con ellos y les digas lo vital que son para ti. Tal vez hace muchos años perteneciste a una comunidad especial y las circunstancias de la vida los alejaron. Pero esos lazos, existen. Son indestructibles. Hoy, sabes lo que es una tribu. Hoy, puedes identificar quién es parte de tu tribu y agradecerles su presencia, la experiencia, el sentido de pertenencia.
Si en el momento, sientes que no tienes una tribu, es hora de comenzar a buscarla. Te aseguro que esa experiencia marcará tu vida para siempre y te hará conectar con “misma”. Contigo. Con tu misma alma. Con tu ser.
La buena noticia, es que “Connect With Your Misma”, pretende ser tu tribu. Pretende darte un espacio para unir esfuerzos en la meta común de crecer en este mundo. Así es que desde ya: ¡Bienvenida(o)!
Abrazo a todos los solecitos de nuestra tribu de “Connect With Your Misma”.
Ciao Pescao,
Misma
Nota:
Un libro que les recomiendo sobre este tema es: Las Comadres Para Las Américas.Cuenta Conmigo: Conmovedoras historias de hermandad y amistades incondicionales. 1st ed. New York: Atria Books, 2014. Print.