Llegó la Navidad, ese momento mágico en el que sacamos el lechón, el arroz con gandules, los pasteles y el tembleque, ¡y también las conversaciones familiares más inesperadas! Pero hoy vengo con un recordatorio crucial, soles de Tití: en las reuniones navideñas NO se comenta sobre el cuerpo ajeno. Sí, ya sé que es tentador Continuar Leyendo…